Bosch, reconocida por su sólida formación profesional y una historia familiar ligada tanto a la política como a los certámenes de belleza, se posicionó como una de las grandes favoritas desde las etapas previas. Su desempeño en la gala final, caracterizado por seguridad, carisma y un mensaje de empoderamiento femenino, la llevó a avanzar en cada ronda eliminatoria hasta llegar al mano a mano definitivo con la representante local de Tailandia.