Tips de alimentación para niños

¿Qué es una alimentación saludable?

Alimentarse en forma saludable significa comer una variedad de alimentos para que su hijo reciba los nutrientes como proteínas, carbohidratos, grasas vitaminas y nutrientes que necesita para un crecimiento normal. Si su hijo come una gran variedad de alimentos básicos en forma regular, estará bien nutrido.

Con bebés y niños pequeños, por lo general, puede dejar que ellos coman la cantidad adecuada en cada comida, siempre que usted solo les dé acceso a alimentos saludables.

Los bebés lloran para hacernos saber que tienen hambre. Cuando están llenos, dejan de comer. Las cosas se complican a los 2 o 3 años cuando los niños comienzan a preferir el sabor de ciertos alimentos, a rechazar el sabor de otros alimentos y a tener mucha variabilidad en cuánta hambre sienten. Pero aun entonces, lo mejor suele ser darles acceso solamente a alimentos saludables y permitirles decidir cuánto comer.

Es posible que le preocupe ver que su hijo come muy poco durante una comida. Los niños tienden a comer la misma cantidad de calorías cada uno o dos días si se les permite decidir cuánto comer. Pero el patrón de consumo de calorías puede variar de un día a otro. Un día, un niño podría comer mucho en el desayuno, mucho en el almuerzo y casi nada en la cena. Al día siguiente, el mismo niño podría comer muy poco en el desayuno, pero podría comer mucho en el almuerzo y en la cena. No espere que su hijo coma la misma cantidad de alimentos en cada comida y en cada refrigerio todos los días.

¿Qué causa los malos hábitos alimentarios?

En niños que por lo demás son sanos, pueden formarse malos hábitos alimentarios por varios motivos. Los bebés nacen con una preferencia por los sabores dulces. Pero para que los bebés aprendan a comer una gran variedad de alimentos básicos, deben aprender a disfrutar otros sabores, porque muchos alimentos nutritivos no son dulces.

  • Alternativas de alimentos disponibles. Si siempre hay golosinas y sodas disponibles, la mayoría de los niños elegirán esos alimentos, en lugar de un refrigerio más nutritivo. Pero prohibir estas opciones puede hacer que su hijo las quiera incluso más. Puede incluir algunos alimentos menos nutritivos como parte de las comidas de su hijo, para que aprenda a disfrutarlos junto con otros alimentos. Intente mantener disponible una variedad de opciones de alimentos nutritivos y atractivos. Algunas ideas de refrigerios saludables y adecuados para niños incluyen:
    • Barras de queso.
    • Galletas de trigo integral y mantequilla de cacahuate.
    • Palomitas de maíz reventadas por aire caliente o bajas en grasa para microondas.
    • Barras de jugo congelado hechas con fruta 100% natural.
    • Frutas frescas y secas.
    • Zanahorias pequeñas con o dip de frijoles.
    • Yogur bajo en grasa con frutas frescas.
  • La necesidad de una preferencia personal. Las luchas de poder entre un padre y un hijo pueden afectar la conducta alimentaria. Si se presiona a los niños a comer un alimento determinado, es más probable que se nieguen a comer ese alimento, incluso si se trata de algo que suelen disfrutar. Ofrezca una variedad de alimentos nutritivos. Su hijo puede decidir qué y cuánto comerá de las opciones que usted ofrece.
  • Sentimientos. La tristeza o la ansiedad de un niño, o una crisis familiar, pueden hacer que coma de menos o en exceso. Si piensa que las emociones de su hijo están afectando su alimentación, concéntrese en resolver el problema que causa las emociones, en lugar de concentrarse en la conducta alimentaria.

Si su hijo está sano y come una dieta nutritiva y variada, pero parece que come muy poco, es posible que simplemente necesite menos energía de los alimentos (calorías) que otros niños. Y algunos niños necesitan más calorías diarias que otros de la misma edad o tamaño, y comen más de lo que usted podría esperar. Todos los niños tienen diferentes necesidades calóricas.

En raras ocasiones, un niño podría comer más o menos de lo habitual debido a una afección médica que afecta su apetito. Si su hijo tiene una afección médica que afecta la forma en que come, hable con el médico de su hijo sobre cómo puede ayudar a su hijo a recibir la cantidad correcta de nutrientes.

Estas son las cinco tendencias de moda infantil que triunfan esta temporada

Con la llegada de septiembre toca actualizar nuestro armario y el de nuestros hijos. Te desvelamos los ‘looks’ que debes incorporar sí o sí en el guardarropa de los más pequeños.

Colores vibrantes

A pesar de que la época más fría siempre está ligada a tonalidades oscuras, las pasarelas de esta temporada apuestan por una paleta vibrante, especialmente por los colores primarios intercalados con matices neutros. El equilibrio de los tonos intensos como azules, rojos, amarillos y verdes combinados con tonalidades tierra en las prendas de la firma con sello español marcan la insignia del effortless chic que triunfa en otoño.

Estampados de cuadros

El print de cuadros es una tendencia retro que siempre conquista los últimos meses del año. Para incorporar este estampado al guardarropa de tus hijos, Mayoral apuesta por todas sus versiones, desde la pata de gallo al tartán. Los verás en diseños con motivos de volantes que ponen el acento elegante y atemporal a los looks urbanos.

Tejidos metálicos

Añade un poco de brillo al armario de tus hijos con ropa plateada o dorada. Piensa en abrigos metalizados y accesorios tornasolados combinados con piezas en tonos neutros que aporten luz a los peques. ¡Cualquier cosa que añada resplandor a las tardes de juegos es un acierto!

Athleisure para los peques

El estilo deportivo es una tendencia que ha regresado recientemente de los 90 y promete ser la gran favorita de los peques por su comodidad. Este año vemos más ropa infantil de inspiración sport y con guiños al deporte, tanto para chicas como para chicos. Zapatillas deportivas, sudaderas, chaquetones acolchados… los looks sporty han vuelto para conquistar su armario.

Colores neutros y naturales

La naturaleza está presente en los diseños de esta temporada de Mayoral, a través de colores suaves, motivos de animales y estampados florales. Por si fuera poco, la firma líder en moda infantil incorpora tejidos como pana, lana y borreguito, al tiempo que introduce más prendas confeccionadas en algodón orgánico. Y es que el uso de tejidos sostenibles continúa ganando terreno dentro de la colección, acorde con las piezas más versátiles y actuales.


10 consejos para lograr que nuestros hijos nos hagan caso

Obedecer una orden es un aprendizaje por el que todos los niños deben pasar. Los dos factores que están involucrados en la disciplina del niño es su propio desarrollo evolutivo y el criterio que utilicen sus padres para ponerle límites. Hollimodels, te propone 10 consejos para lograr que tus hijos obedezcan.

En los primeros años, los niños simplemente no saben lo que está bien y lo que está mal. Cuando le pedimos a nuestro hijo que haga o no haga algo, le estamos demarcando ese camino. Obedecer una orden también implica que los pequeños puedan dejar de lado sus propios deseos, tolerar esa frustración y ejecutar la conducta que nosotros, los padres, les estamos pidiendo que hagan. Algo no muy fácil, ya que involucra una pugna entre los deseos del niño y de su madre o padre, y que requiere de mucha paciencia y de un aprendizaje continuo.

1. Repetir… ¡varias veces!

Repetir una y otra vez, es la regla y no la excepción. Cuando le demos una orden, lo más probable es que tengamos que repetirla varias veces. Lo mismo sucede cuando estamos tratando de enseñarle algo que forma parte de un hábito. Este es el punto que pone a prueba la paciencia de muchos papás…

2. Mirarlo a los ojos cuando le hablamos.

El contacto ocular es un aspecto importante de la comunicación con otros seres humanos. No es lo mismo gritarle desde otra habitación de la casa que queremos que guarde sus juguetes, que tomar al niño de la mano, llevarlo hacia el canasto de guardado, mirarlo a los ojos y decirle: “Tomi, por favor, guardá tus juguetes.”

3. Mostrarle la conducta que deseamos que haga.

Los niños pequeños aprenden a realizar conductas copiando las nuestras. En la medida de lo posible y si la situación lo permite, mostrarle cómo se hace lo que le estamos pidiendo que haga. Volviendo al ejemplo de ordenar los juguetes, podemos ponernos como modelos y empezar guardando algunos, mientras le indicamos que haga lo mismo. Podemos, incluso, darle un juguete en su mano, y llevarlo hacia el canasto para que él mismo lo haga.

4. Felicitarlo siempre.

El reconocimiento es fundamental en la adquisición de nuevas conductas. Si le mostramos a nuestro hijo que lo que hizo estuvo bien, que lo valoramos y que nos importa mucho, es muy probable que lo repita en el futuro. Hay que felicitarlo con palabras, darle besos, hacerle una caricia y, de vez en cuando, darle un premio, no sólo cuando hace la conducta completa, sino también cuando realiza intentos por alcanzarla. También es muy importante aprender a observar cuando el niño está haciendo algo positivo espontáneamente, sin que se lo hayamos pedido, reforzándolo y felicitándolo por ese logro.

5. Hacer que los juguetes se conviertan en premios.

Los premios materiales no son necesarios cada vez que el niño obedece. No queremos que el niño aprenda a obedecer sólo si hay un premio de por medio. Sin embargo, es bueno que cuando le compramos un juguete, se lo demos a manera de premio luego de que haya hecho algo positivo, o que nos haya obedecido en algo. Esto tiene un objetivo doble: por un lado, recompensar una conducta positiva de vez en cuando y, por el otro, hacer que los juguetes se conviertan en algo más que sólo juguetes.

6. No gritarle.

Es necesario hablar con firmeza, pero en un tono de voz normal. Gritar sólo hará que el niño se predisponga de mala manera a hacer lo que le estamos pidiendo.

7. Tener cuidado con el lenguaje.

Las palabras que usamos son importantes para transmitir la orden que queremos dar. No es recomendable decir “NO” todo el tiempo, ni usar el modo imperativo de manera excesiva. A las personas nos gusta que nos pidan las cosas de buena manera: a los niños también.

8. No amenazar.

El recurso de la amenaza no suele surtir efecto, especialmente con niños pequeños. Mucho menos, amenazarlos con castigos que no estamos dispuestos a cumplir luego. Eso hace que nuestra palabra pierda valor.

9. Disciplinar al niño, si. Descuidar la relación, no.

La relación entre padres e hijos debe ser cuidada. Ejercer la disciplina de manera abusiva sistemáticamente, con el sólo objetivo de que el niño escuche y obedezca, puede funcionar, pero en detrimento de la relación. Lo mismo sucederá si los límites son puestos de manera inconsistente. La obediencia bien impartida ayudará al niño a poder autocontrolarse y a internalizar los límites que lo ayudarán a desarrollarse como un adulto responsable.

10. Saber que no siempre obedecerá…

Es simplemente así. Nuestras expectativas como padres deben ser realistas, ya que lograr que los pequeños nos obedezcan depende, entre otras cosas, de su propio desarrollo evolutivo. A medida que el niño desarrolla la comprensión, el lenguaje y conductas por imitación, cada vez irá comprendiendo consignas más complejas. Aquí somos los padres los que debemos trabajar nuestra propia tolerancia a la frustración y no pretender que el niño haga caso el cien por ciento de las veces. Los niños pequeños necesitan aprender a escucharnos, y a comprender que sus conductas tienen consecuencias. Requiere de un largo proceso de aprendizaje internalizar las pautas que les vamos marcando.

Juegos para hacer en casa con los niños

Cuando no se puede salir de casa y el ocio hay que desarrollarlo dentro del hogar, tener ideas de juegos y actividades siempre se agradece. Te proponemos algunos juegos para disfrutar de una tarde en casa sin que nadie se aburra, sobre todo los pequeños. La diversión está asegurada tanto para los niños como para los mayores.

Guerra de almohadas

Es una estupenda forma de iniciar el día o de acabar la siesta. Lo ideal es que uno de los padres se alíe en secreto con los niños para sorprender al otro. Es una batalla inofensiva que requiere pocos medios (bastan unos cuantos cojines y almohadas) y grandes dosis de buen humor. Eso sí: al final, los contrincantes deben hacer las paces.

¿Suave o rugoso?

En una bolsa opaca se ponen objetos variados: una esponja, algodón, un guante de fregar, un calcetín, etc. Los niños, por turnos, deben meter la mano en la bolsa, tocar un objeto y adivinar qué es. Cuando lo logren, sacarán el objeto y agarraran otro.

Inventar un cuento

Es más divertido si los padres jugamos con ellos. Alguien empieza la historia y los demás, por turnos, van añadiendo un par de frases hasta completar el cuento. Lo mejor es que un adulto vaya escribiéndolo. El resultado suele ser un cuento muy divertido.

¿En qué animal estoy pensando?

Un niño elige un animal y, sin decírselo a nadie, lo imita a la vista de todos. El que lo adivine ocupará su lugar. Y así sucesivamente. No vale hablar, solo gesticular y hacer sonidos.

Un collage

A los niños les encanta coleccionar cosas y atesorar recuerdos. Seguro que tienen guardados recuerdos y objetos de viajes o cosas por el estilo. Con todo ello y una cartulina y pegamento podemos ayudarles a confeccionar un bonito mural para colgar en su cuarto. Con esta actividad, además, rememorarán momentos que hayan sido importantes para ellos y será una manualidad que siempre hará ilusión guardar.

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por Mayra A.

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