Cuando llegamos a esa edad de los veintitantos, nos creemos listas para salir a la calle, comernos al mundo y ser las mujeres independientes y glamurosas que Carrie Bradshaw nos prometió en Sex and the City. Bueno, yo salà y no resultó como esperaba, sobre todo la parte del glamour. Vivir sola realmente es un reto diario; cuidar de una casa o departamento, es como adoptar un integrante nuevo a tu vida y seamos honestas, en muchos de los casos, ni a nosotras mismas nos cuidamos.
Debes mantener el orden en la casa, asĂ como en tu persona. Los trastes limpios y el cesto de la ropa sucia vacĂo. Ah, no olvides, asĂ será por el resto de tu vida (sĂ, aquĂ es cuando lloras y extrañas a mamá; pero querĂas ser chica grande, Âżno?). Tranquila, tampoco entremos en pánico, para eso tenemos estos 10 tips, que son el paso a paso de una rutina matutina que toda chica que vive sola debe aprender a dominar. Están avalado por expertos, y tienen garantĂa de funcionar como hechizo de bruja.
Deja las toallas desmaquillantes al lado de tu cama
Las toallitas desmaquillantes serán tu salvaciĂłn para esas noches de fiesta en las que “no alcanzaste a limpiar tu rostro” (o llegaste un poco pasada de copas y simplemente no podĂas más con tu vida).
Prepara tu ropa del dĂa siguiente
Con el tiempo te volverás cada vez más fanática de este tip; no solo llegarás descansada y de buenas al trabajo o la escuela, sino que también mejorarás tu estilo, pues tendrás más tiempo de perfeccionarlo.
Pon el despertador del otro lado de la habitaciĂłn
Suena horrible y lo odiarás, pero será la única forma en que, literalmente, te levantarás de una vez por todas. También evitarás caer en la trampa de los “cinco minutos más” que siempre te ofrecen las alarmas de tu celular.
EstĂrate
Parece un paso sencillo pero casualmente estirarnos es algo que terminamos olvidando. Siempre estira lo más que puedas tu cuerpo pues no solo despertarás más rápido y abandonarás la idea de quedarte otros cinco minutos en la cama; tu espalda agradecerá este hábito después de varias horas de estar sentada en tu escritorio del trabajo.
Toma tus medicinas y lava tus dientes
Si estás tomando pastillas anticonceptivas, llevas algĂşn tratamiento que te recetĂł tu doctor o te gusta tomar vitaminas para estar muy sana, deja tus dosis siempre en el baño y recuerda tomarlas antes de lavarte los dientes. Es fácil, no volverás a olvidar tomar ninguna medicina porque todos los dĂas cepillas tus dientes temprano (Âżverdad?).
Guarda una cosmetiquera extra en tu trabajo
SĂ, para esos dĂas en los que no estás de humor para complacer al mundo con la chica femenina y maquillada que debe llegar cual Barbie de la vida real al trabajo. A todas nos ha pasado no tener muchas ganas de maquillarnos, no pasa nada. Pero tal vez, con el transcurso de la mañana, o despuĂ©s de la primera taza de cafĂ©, puede que cambies de parecer y tal vez ocupes tener un poco de rĂmel o labial a la mano.
Hazte amiga de los accesorios para el cabello
Gorros invernales, diademas, turbantes, pinzas, broches, incluso una gorra; todo sirve cuando no estás en disposiciĂłn de levantarte muy temprano para lavar, secar y planchar tu cabello. Estas serán herramientas vitales, Ăşsalas con sabidurĂa.
Siempre haz tu cama, incluso aunque tu cuarto sea un desastre
SĂ, todos odiamos ordenar la habitaciĂłn, pero ya eres una chica grande, y por lo menos debes dejar tu cama hecha cuando salgas de tu casa. No hay nada mejor que llegar a la casa y ver una cama esperándote para ser usada.
Compra una de estas ollas de cocciĂłn lenta
Será la mejor inversiĂłn de tu vida adulta. Con esta olla podrás cocinar tu cena desde temprano. Solo dejas tus verduras o carne cociendo en el modo “lento” y la olla se apagará cuando termine. Siempre que recuerdes que te espera una deliciosa cena en tu casa, habrá valido la pena hasta el dĂa más pesado en el trabajo.
Esconde tus llaves en un lugar estratégico para cumplir tareas
Todas conocemos el fenĂłmeno de “olvidĂ© hacer esa Ăşnica pequeña cosa que se suponĂa que NO debĂa olvidar”. Para evitarlo, sigue este sabio consejo: deja tus llaves debajo del suĂ©ter que debĂas regresar a tu amiga, la carta que tenĂas que dejar en el correo, la receta de algĂşn medicamento que debes comprar, etc. Este será el mejor de los hábitos para siempre estar al dĂa con esas pequeñas obligaciones; solo, obviamente, ¡no salgas de casa sin tus llaves!}