Acné, un trastorno con afectación emocional

En una sociedad en la que prima la imagen y, además, en una etapa
vital tan influenciable como la adolescencia, el acné puede representar
mucho más que una simple cuestión dermatológica.

Toda patología conlleva
siempre, de un modo u otro, efectos psicológicos, especialmente
cuando, además, comporta efectos visibles en la propia imagen. Si eso ocurre en una etapa
en la que se es más susceptible a la opinión de los demás sobre la apariencia, resulta todavía más difícil
de sobrellevar.

Es el caso del acné, uno de los trastornos dermatológicos más comunes durante la adolescencia y la juventud.

CARACTERÍSTICAS
Causa hormonal. Su origen está en los andrógenos, las hormonas masculinas –aunque también las
produce la mujer–, encargadas de activar, entre otras cosas, las glándulas sebáceas.

Durante la adolescencia y los primeros años de juventud, los andrógenos se generan tan rápidamente y en tal cantidad que llegan
a taponar las glándulas sebáceas, produciendo un quiste o comedón.

Afectación emocional. Normalmente, el acné se presenta de forma temporal y
leve, sin demasiada afectación psicológica. Sin embargo, según un estudio del British Journal of Dermatology, en alrededor
de un 20 % de los casos, la patología se agrava y llega a afectar seriamente a la salud emocional, generando baja autoestima,
depresión, ansiedad y alteración del ritmo normal de vida.

Y hay que tener en cuenta que todo esto ocurre, además, cuando la persona está en plena fase de reconocimiento social y hace de la imagen su
primera carta de presentación. La peligrosa respuesta suele ser siempre el aislamiento social y laaparición de conductas alimentarias
o estéticas de alto riesgo, como bulimias o heridas autoinflingidas por manipulación de las lesiones.

EMPATÍA Y AYUDA
El primer paso es siempre la empatía en el entorno familiar y de amistades.
Afrontar el tema con claridad y positivismo.
Es básico hacer entender a la persona afectada que el acné es una patología curable y que, como tal, no
va a marcar su desarrollo posterior. Buscar ayuda profesional y ponerse en manos de dermatólogos y
especialistas en cuidados de la piel. En el caso de que haya indicios claros de depresión o ansiedad, buscar ayuda psicológica para iniciar un
tratamiento, puede incluir ansiolíticos o antidepresivos.

Aumentar la ingesta de verduras y fruta y huir de los alimentos excesivamente grasos. Mantener una correcta rutina de
higiene diaria en las partes afectadas lavándolas varias veces al día con agua y jabón neutro.

¿LO SABÍAS?
Pese a lo que comúnmente se cree, el acné severo incide más
en los hombres que en las mujeres, y aún más en la raza caucásica que en la negra u oriental.
Además, en la mayor parte de los casos es hereditario. Tampoco afecta solo a los adolescentes,
sino también a los adultos, aunque por otras causas más allá de las hormonales, como folículos
bloqueados, glándulas hiperactivas o presencia bacteriana.

En cualquier caso, es imprescindible ponerse en manos de profesionales de la dermatología y
comenzar un tratamiento a base de peróxido de benzoilo, retinol, isotretinoina, azufre, corticoides
o, en su caso, estrógenos.

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