¿Por qué es bueno comer aceitunas negras durante la menopausia?

Hay secretos que no se encuentran en productos caros ni en rutinas complicadas. A veces, están en lo más simple: en un pequeño alimento que pasamos por alto todos los días. En mi caso, ese secreto llegó en forma de 7 aceitunas negras que empecé a comer cada mañana.

Fue un consejo directo, casi casual, de una experta en belleza y salud natural. Su recomendación fue tan clara como intrigante:

«Empieza cada mañana comiendo 7 aceitunas negras. Tu piel, tu energía y tu digestión lo van a agradecer.»

Desde entonces, no he dejado de hacerlo. Lo que parecía solo un hábito curioso se transformó en una revolución silenciosa para mi bienestar. Pero ¿por qué funcionan? ¿Qué tienen de especial las aceitunas negras? Hoy te lo cuento con detalle, ciencia y experiencia personal.


Las aceitunas negras no son solo un aperitivo: son medicina natural

Muchas veces pensamos en ellas como una simple botana antes del plato principal, pero las aceitunas negras son un alimento terapéutico, repleto de propiedades funcionales que van mucho más allá de lo digestivo.

“Las aceitunas negras son mucho más que un simple aperitivo», afirma Yaraseth del Castillo, nutricionista del Instituto Médico Antiaging (Madrid).
“Se trata de un alimento funcional con propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y cardioprotectoras. Aportan grasas monoinsaturadas saludables, principalmente ácido oleico, que contribuye a reducir la inflamación sistémica y a proteger el sistema cardiovascular. Además, son una fuente excelente de vitamina E, hierro y fibra, y destacan por su alto contenido en compuestos fenólicos como la oleuropeína y el hidroxitirosol, ambos con una potente acción neuroprotectora y antienvejecimiento”.

En otras palabras: no solo ayudan a la digestión, sino que también cuidan tu corazón, tu piel, tu cerebro y hasta tus hormonas.


Beneficios reales que noté en mi día a día

Después de unas semanas de comerlas cada mañana, comencé a notar lo siguiente:

  • Más energía sostenida durante el día. Sin altibajos bruscos ni necesidad de café extra.
  • Piel más hidratada y luminosa. Como si hubiera empezado a usar un nuevo suero (pero desde dentro).
  • Mejor digestión y menos hinchazón. Ideal para quienes se sienten pesadas después de comer.
  • Más claridad mental. Los días parecían más enfocados y menos nublados.

Y sí, aunque suene sorprendente, todo esto vino de algo tan simple como comer 7 aceitunas negras todos los días.


¿Y durante la menopausia? Un alimento clave para las mujeres

Uno de los aspectos más sorprendentes es que los beneficios de las aceitunas negras se vuelven aún más relevantes durante etapas como la perimenopausia y la menopausia.

“Lo que no habíamos considerado es que sus compuestos fenólicos son especialmente valiosos en etapas como la menopausia, cuando el organismo atraviesa un aumento del estrés oxidativo, inestabilidad metabólica y cambios inflamatorios que pueden ser modulados, en parte, desde la alimentación”, señala la nutricionista.

Esto significa que, más allá de lo estético, las aceitunas negras ayudan a equilibrar el cuerpo en momentos hormonales críticos, reduciendo inflamaciones, protegiendo el sistema nervioso y contribuyendo al bienestar general de la mujer en una etapa a menudo olvidada por la nutrición convencional.


Cómo las incluyo en mi rutina diaria

Puedes comerlas de muchas formas, pero yo prefiero la más sencilla:

  • En ayunas, con un vaso de agua tibia con limón.
  • En una tostada integral con aguacate.
  • En ensaladas con espinaca, tomate cherry y nuez.
  • O como snack entre comidas con un poco de orégano y aceite de oliva extra virgen.

Lo importante es que no sean las comerciales llenas de conservadores. Busca opciones orgánicas, en frascos de vidrio o a granel, sin colorantes ni aditivos innecesarios.


Un ritual que se convirtió en belleza natural

Comer 7 aceitunas negras no solo se volvió parte de mi rutina, sino que también se convirtió en un ritual de conexión conmigo misma. Es un gesto pequeño pero poderoso. Un recordatorio cada mañana de que la belleza empieza desde dentro.

No se trata de obsesionarse con superalimentos, sino de reconocer lo valioso en lo sencillo, en lo que ya existe en nuestra cultura, como la dieta mediterránea que tantas generaciones han celebrado por sus beneficios.


Otros alimentos «humildes» con grandes poderes

Este descubrimiento también me abrió los ojos a otros alimentos que solemos subestimar:

  • El yogur natural, que ayuda a reducir la hinchazón y mejora el equilibrio intestinal.
  • La manzanilla con anís, una infusión clásica con efectos digestivos y relajantes.
  • La avena natural, que regula la glucosa y calma la ansiedad alimentaria.

Todo esto me hizo entender que la clave no siempre está en buscar lo más raro o lo más exótico, sino en recuperar lo esencial, lo accesible, lo que nuestras abuelas ya sabían.


Conclusión: un hábito pequeño que transforma

Si has llegado hasta aquí, probablemente ya intuyes lo que voy a decirte: sí, algo tan sencillo como comer 7 aceitunas negras al día puede marcar una gran diferencia. No es magia, es ciencia. Y es constancia.

Porque al final, lo que transforma no es una sola acción, sino el poder de repetir con amor lo que nos hace bien.

Así que, la próxima vez que veas un frasco de aceitunas negras en el supermercado, no lo subestimes. Puede que esté allí tu próxima gran aliada.


¿Ya probaste este hábito? Cuéntanos tu experiencia en los comentarios de HolliModels o en redes sociales con el hashtag #AceitunasConEstilo y etiqueta a @HolliModels. Comparte tu bienestar y motiva a más personas a descubrir el poder de lo sencillo.

Leave a Comment

Start typing and press Enter to search