Tener una rutina de limpieza diaria resulta absolutamente indispensable para el cuidado de la piel, y aunque a veces nos preocupamos de remover el maquillaje al final del día, una rutina que realmente pueda verse reflejada en tu piel puede incluir mucho más que eso, empezando por la limpieza matinal que muchas veces se deja de lado.
Estos son los pasos que debes seguir para lucir una piel radiante, vuélvelos tu ritual de cada mañana.
Lava tu rostro por la mañana
No importan cuánta prisa tengas o que hayas tomado un baño por la mañana, lavar tu cara con el jabón adecuado es básico para que la piel de tu rostro luzca radiante. Es necesario lavar tu cara al menos dos veces para remover todas las bacterias que se acumulan por la noche.
Conoce tu tipo de piel
La rutina de limpieza diaria debe ser de acuerdo a tu tipo de piel. Si por ejemplo tiendes más a la piel grasa, lavarte la cara con agua tibia o caliente sería lo ideal; pero si tu piel es más reseca, hacerlo con agua fría es lo más recomendable.
Mantén tu piel hidratada
Hay diferentes formas de mantener tu piel con la humectación que necesita para lucir firme y radiante: lo primero es beber los suficientes líquidos para que tu cuerpo esté hidratado para mantener la elasticidad que tu piel necesita.
Exfolia tu piel para eliminar las células muertas
Hay muchísimos recursos que puedes emplear para exfoliar tu cara, desde las cremas que encuentras en el mercado hasta productos más caseros como el café o el azúcar; lo importante es que lo que sea que uses no irrite tu piel. Este paso es esencial para eliminar las células muertas y mejorar la circulación de la sangre.
Antes de proceder a la exfoliación es de suma importancia que humedezcas tu piel con agua tibia. Una exfoliación en seco hará irritar tu piel y enrojecerla y exfoliarse demasiadas veces a la semana también podría causar daños a tu piel.
Limpia una vez más
Para retirar los restos del exfoliante es necesario limpiar el rostro nuevamente y masajear en forma circular toda la cara con agua para lograr mejores resultados al estimular tu rostro.
No olvides usar un tónico
Hay muchas personas que limpian su cutis y lo hidratan normalmente pero olvidan un paso intermedio: usar un tónico, este paso es esencial especialmente si tienes la piel grasa. Lo ideal es usar hidratantes suaves como la manzanilla o la vitamina E.
Los tónicos normaliza el pH de la piel después de la limpieza facial, refrescan la piel, regulan la cantidad de grasa sin resecar, especialmente en pieles mixtas y grasas, aportan las propiedades de los ingredientes según el tipo de piel y dan un aspecto de firmeza y luminosidad.
Sérum
¿Qué es un sérum? Se trata de un concentrado cosmético con activos más potentes que los de una crema hidratante. Su textura suele ser más ligera para que la absorción sea muy rápida. Además, la penetración de los ingredientes llega a las capas más profundas de la piel. Su aplicación es posterior a la limpieza de la piel. Siempre antes de la crema hidratante. Y en pequeñas cantidades.
Usa protector solar
Otro paso que muchas veces olvidamos es la importancia de usar un protector solar todo el año. Si bien en verano el sol es más fuerte, los rayos UV están presentes siempre y además de ser muy peligrosos para toda tu piel, pueden dañar el cutis y provocar la aparición de arrugas. La cantidad de opciones de filtros es enorme, pero asegúrate de que su protección sea al menos de 15 o 50 SPF.
Aplica filtro solar con crema hidratante
En caso de que no tengas una crema hidratante con filtro solar es necesario aplicar una crema hidratante por separado. Esto ayudará a mantener tu piel fresca e hidratada todo el día.
Lucir una piel radiante no tiene por qué ser tan complicado después de todo. Con estos sencillos pasos tu piel estará sana, limpia y eso se notará.